martes, diciembre 09, 2008

Ahí la veo cruzando un día de calor. Brilla tanto que opaca hasta la luz del sol. Es común verla sola andar por ahí, nunca hubiera imaginado que exista algo así. Es tan linda que nadie se atreve a acercársele a hablar. Hasta los perros se paran a verla pasar. Su figura invita al deseo y a la perversión . (Gracias)

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