domingo, julio 19, 2009

Te conocí un día de enero con la luna en mi nariz, y como ví que eras sincero, en tus ojos me perdí, que torpe distracción y que dulce sensación. Y ahora que andamos por el mundo, como Eneas y Benitin, ya te encontré varios rasguños que te hicieron por ahí, pero mi loco amor es tu mejor doctor. Voy a curarte el alma en duelo, voy a dejarte como nuevo, y todo va a pasar, pronto verás el sol brillar. Tú más que nadie merecer ser feliz. Ya vas a ver, como van sanando poco a poco tus heridas, ya vas a ver, como va, la misma vida a decantar la sal que sobra del mar -

No hay comentarios.: